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Número 9 / Febrero 2004
Facilitación
Sergio Abrevaya
Soñando el futuro
Hemos trabajado en estos años en el mundo de la resolución de los conflictos basados en la idea de intereses y posiciones para pasar de uno a otro proponiendo una mirada al futuro para un nuevo acuerdo sobre la disputa. Dentro de esta idea muchas técnicas se han desarrollado, desde la mediación, aplicada a distintas temáticas que van desde la problemática familiar a la patrimonial, pasando por la penal, la comunitaria y la escolar. Distintas formas aplicadas de acuerdo al contexto y a las condiciones de los actores.
Junto a la mediación la facilitación como metodología para tratar grandes conflictos organizar proceso multipartes, que refieren una definición acerca del futuro, con una mayor proyección de la técnica para organizar procesos de decisión conjunta. La organización de la energía productiva de una comunidad o institución puede llevar muchos años. Naturalmente cualquier proceso de crecimiento dentro de la misma ocurre de una manera no planificada, o apenas planificada por alguno de los actores, pero no por el conjunto. Al mismo tiempo, en ocasiones se introduce, por la unilateralidad de un sector, algún elemento que modifica definitivamente la vida y la proyección de cualquier grupo social, como podía ser, a modo de ejemplo, el aumento de la cota de un represa sobre las poblaciones vecinas..
A primera vista, cuando se genera un conflicto, o se avizora uno o varios en el futuro, se plantea la necesidad de un sistema de consensos dentro de esa comunidad, de manera integrar todas las visiones de manera articulada, evitando futuros conflictos.
En ese sentido la organización de procesos de consenso, que permiten la participación de una serie de decisiones que afectan el futuro de ese conjunto, a través de un proceso de comunicación y negociación resulta beneficioso, en tanto compromete a cada parte en la decisión del conjunto, alienta a innovar en las ideas sobre como pensar ese futuro, e incorpora los argumentos de la comunidad prospera.
Se trata de decidir en conjunto y no unilateralmente, lo que suele suceder, que desemboca en la resultante consecuente del choque o la combinación obligada de la decisión de cada sector.
Decidir en conjunto implica la conformidad de esa totalidad sobre esa decisión, y el compromiso absoluto con esa resolución.
Pero, que sucedería, si el argumento de una comunidad próspera, se transforma en el fundamento del proceso?
O qué sucederia si en base a los escenarios que soñamos y deseamos en el futuro, aprendemos la posibilidad de llegar al mismo, y acerca de cómo se construye? O si esos sueños se organizan en base a los valores positivos de los integrantes de esa comunidad u organización aprendidos a traves de los dialogos apreciativos?
La óptica de la convocatoria pone norte al trabajo conjunto no en el consenso que previene conflictos, no en la transformación de problemas en proyectos, sino en la necesidad de organizar el camino hacia una prosperidad ansiada y proyectada por todos. La idea de fundar ese proceso consensual en un futuro esperanzador, pero estratégicamente diseñado, define la diferencia con un simple proceso de consenso, que previene conflictos, o que proyecta decisiones comunes de toda índole, sin duda útil para numerosas situaciones de la vida en comunidad. Si Pensamos arbitrariamente en que en los próximos 10 años, por ejemplo, en una comunidad dedicada al turismo, la navegación y al agro por el juego natural de las fuerzas sectoriales e individuales, es posible obtener los mejores resultados para el conjunto de la comunidad, en términos de calidad de vida y progreso económico, nos equivocamos. En esos 10 años, seguramente se desperdiciara energía no solo en el juego permanente de lo que en cada sector se define en la acción, resultando en pequeños y grandes conflictos, sino también en el juego de interrelaciones entre algunos de ellos, obteniendo en algunos casos buenos resultados y en otros su fracaso.
Dreaming the future
Those of us that work in dispute resolution have spent the past few years working on the basis of ideas and positions, and have moved from one to another in order to find a way to look toward the future and reach a new agreement on disputes. This tendency has resulted in the development of many techniques that range from forms of mediation that can be applied to specific areas such as the family and issues of patrimony to approaches that can be used to address criminal, community, and educational concerns. The context and conditions of the actors involved have been used to determine which forms to apply.
Facilitation, an approach that can be used to deal with large-scale conflicts and organize multi-party processes, must also be redefined so that it can be rethought in a manner that looks toward the future and given a greater projection as a technique that can be used to organize processes that involve joint decisions. The organization of the community or institution’s productive energy can take several years and, as is natural in any growth process, is unplanned or loosely organized by one of the parties involved, but not by the whole. It is also important to take into account elements that change the life and projection of any social group.
When a conflict emerges or looms on the horizon, the community involved initially recognizes the need for a system of consensus that would allow it to bring together all points of view in an organized manner and in doing so help avoid future conflicts.
In this sense, it is beneficial to organize consensus processes that allow the community to make a series of decisions about its future through communication and negotiation. This ensures that each party becomes committed to the decision that is made by the collective, encourages innovative approaches to thinking about the future, and incorporates the arguments of the prospering community.
This is a matter of deciding as a community, and not unilaterally as tends to happen. The absence of community-level decision making opportunities can lead to a conflict or force the various sectors to accept a solution.
Deciding as a group involves ensuring that the entire collective agrees with the decision and that there is absolute commitment to that result.
But what would happen if the argument of the prospering community were to become the basis of the process?
Or what would happen if the basis of the scenarios that we dream about and desire for the future give us an opportunity to become a prospering community and learn about how they are constructed? Or if those dreams were to be organized on the basis of the positive values or organization learned through appreciative dialogues?
The center of this discussion is not the type of group work that involves using consensus to prevent conflicts or transform problems in projects. This paper instead focuses on the need to build a road towards the prosperity that we seek that is projected for everyone. Basing the consensual process on a strategically designed hope-filled future differentiates it from a simple consensus process, though it is important to note that the latter presents projects and common decisions that are clearly useful in numerous situations in community life. We would be wrong to think that considering the future of the community dedicated to tourism, navigation, and agriculture over the next ten years, for example, would allow us to obtain the best results for the community as a whole in terms of quality and life and economic progress. This would most certainly involve wasting ten years of energy on the ongoing controversy over how each sector defines this project, which would lead to small- and large- scale conflicts and on the relationships between some of those sectors. In some cases we would be successful, and in others we would fail.
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Sergio Abrevaya es abogado, mediador, fue coordinador del Programa de Mediación Comunitaria del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires entre los años 1996 y 2000. Estuvo a cargo de la Dirección Nacional de Promoción de Métodos Participativos de Justicia del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación entre 2000 y 2002. Preside la Asociación Civil Visión Compartida. Ha sido docente de la UBA. Actualmente se desempeña como director general del área de Presupuesto Participativo, Secretaría de Descentralización, GCBA. ATENCION: Si tiene problemas para descargar el archivo, haga
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